Primeras impresiones

Con las infinitas posibilidades que se desarrollan en comercio electrónico, han aflorado diversas empresas especializadas en la impresión fotográfica, que al evitar los costes de los establecimientos físicos, ofrecen unos precios especialmente competitivos. Una excelente oportunidad para decorar nuestras paredes con obras de arte, las nuestras ;) , únicas, diferentes, sin parangón en la zona de marcos del Ikea más próximo.

Pero, ¿qué calidad ofrecen a estos precios tan atractivos? He tenido la oportunidad de verificar el producto de dos de estas tiendas on line. En este post no me permito comparaciones, pues los formatos producidos son totalmente diferentes… pero, eso sí, en un caso el resultado me parece muy satisfactorio, con una fantástica relación calidad – precio. En el otro caso, no tanto…

  

 

Empezaré por una opción que me ha ofrecido un nivel de calidad sumamente satisfactorio, que estimo equivalente a los estándares de empresas convencionales y veteranas en el sector. Se trata de Saal Digital. El encargo ha sido un dibond de aluminio, 60x40 en mate, con soporte colgador. El paquete permite una perfecta protección del contenido, uno de los aspectos que más nos han de preocupar para garantizar una buena calidad. De poco serviría una buena impresión sobre un buen material si después nos llega en mal estado porque el embalaje no lo protege  convenientemente. Un cartón sumamente rígido, con la placa de aluminio protegida por papel de celofán y apoyada en su zona impresa sobre otra placa de carton duro. Ni un rasguño en el desempaquetado. En cuanto al producto: una buena impresión, buena reproducción del color, placa de aluminio con un buen grosor y consistencia. Como punto débil, el soporte trasero tiene un grosor insuficiente, que deja la imagen demasiado pegada a la pared.

 

 

 

La otra experiencia ha sido con Cuadros deLuxe. El encargo ha sido un formato 140x100 en plancha de cartón – pluma microtriplo de 4mm impreso en mate. El embalaje exterior es adecuado, pero mejorable. Ha permitido una recepción en buen estado a pesar de que el volumen del paquete es más que considerable. El cartón tiene buena rigidez, y el ancho es suficiente para que en caso de que se llegara a doblar durante el tránsito no afectara a la mercancía. El embalaje interior, sin embargo, es pobre. Carece de un papel o plástico para recubrir el cuadro, que habría sido lo adecuado para evitar rozaduras en la superficie, tal como efectivamente se produjeron en algún lateral. Cuenta con protectores en las esquinas, pero poco consistentes y que se caen fácilmente. Por último, lo más importante, la calidad del producto es muy justita. Es cierto que tampoco es lo que se espera a ese precio. El producto es frágil, con un papel que invita a ser tratado con la mayor delicadeza. Al colgarlo observamos inmediatamente la dificultad para que permanezca plano. No colmará a los más exigentes, su uso para exposiciones es claramente desaconsejable… pero si se trata de llenar espacio (mucho espacio) por poco dinero, es una opción a considerar.

 


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